La entrevista
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Cuando después del proceso de búsqueda de trabajo nos confirman que quieren hacernos una entrevista de trabajo, normalmente las sensaciones son contradictorias, sobre todo si es la primera vez. Alegría por haber pasado la selección, emoción, inseguridad de nuestra actuación, y comenzamos a darle vueltas al asunto.
Una entrevista de selección es un proceso comunicativo entre dos personas que tienen unos objetivos y unos propósitos definidos. Es una fase clave en el proceso de selección y seguramente será lo que definirá si finalmente el puesto es nuestro.
Hay varios tipos de entrevista, nos centraremos en la más común: la entrevista individual.
Nuestra máxima para la entrevista:
"Piensa qué es lo que quieres conseguir en la entrevista. Sólo convencerás al entrevistador de que eres la persona idónea si realmente lo crees así."
Antes de la entrevista
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Ten controladas las ofertas de trabajo a las que has respondido. Si te llaman de una empresa y no recuerdas esa oferta de trabajo, causarás una mala impresión.
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Es muy importante que sepas muy bien cuándo y dónde debes ir. Si no te ha quedado claro la hora o el lugar al que tienes que acudir para la entrevista, llama sin temor. Si te citan por escrito, lo correcto es que llames para confirmar tu asistencia.
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Infórmate todo lo que puedas sobre la empresa antes de acudir a la cita (consulta Internet)
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Lleva el currículum y conócelo perfectamente, ya que se basarán en él para preguntarte.
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Estudia tus aptitudes, tu experiencia y tu educación. Averigua cuáles son tus fuertes y explótalos.
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Hazte una relación de tus puntos débiles y prepara argumentos para defenderlos.
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Tu aspecto debe ser cuidado y adecuado. No acudas con gafas oscuras.
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Preséntate en la entrevista solo, sin compañía.
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Llega pronto, unos cinco minutos antes. La puntualidad es un buen signo.
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No fumes ni en la sala de espera ni durante la entrevista, aunque pases muchos nervios.
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Si te atacan los nervios, realiza unas respiraciones profundas para relajarte antes de comenzar la entrevista. Si es posible, ve al baño, lávate las manos y bebe un poco de agua.
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Prepara la entrevista, el seleccionador va a hacerlo también.
Durante la entrevista
Te sugerimos que sigas estos consejos y recomendaciones básicas:
La postura y las formas
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Las primeras impresiones son de gran importancia, debes dar una buena impresión ya de entrada. Muchos empresarios consideran que tras haber visto entrar por la puerta a un candidato, observar la forma de dar la mano y sentarse, son capaces de decidir sobre su valía.
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Saluda al entrevistador con una fórmula convencional.
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Siéntate derecho. Sentarse al borde de la silla suele denotar inseguridad, y hacerlo repantigado, falta de respeto.
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No seas el primero en extender la mano, espera a que tomen la iniciativa ellos.
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Saluda con un apretón de manos y sonríe, mirándole a los ojos.
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No te sientes hasta que te lo digan.
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No tutees si no te lo indican.
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Estate atento y sé simpático.
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Evita ponerte nervioso y, si lo haces, evita los gestos que lo demuestran (morderse las uñas, golpear con el boli en la mesa, agitarse en el asiento…).
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No fumes.
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No interrumpas.
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Mira al entrevistador a los ojos, pero sin intimidar.
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Deja que él tome la iniciativa.
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No hables demasiado, ni demasiado poco. En el equilibrio está la virtud.
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Cuida tu lenguaje.
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No peques de agresivo ni de sensiblón.
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No te aproximes mucho a él.
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No pongas los codos encima de la mesa del entrevistador.
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No cruces los brazos, puede parecer que estás a la defensiva.
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Si te ofrecen una bebida puedes aceptar pero, que no sea alcohólica.
La forma de expresarte
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Piensa antes de contestar.
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Responde clara y brevemente.
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Di siempre la verdad.
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Si te preguntan sobre ti mismo, enfatiza tu formación, experiencia y resultado de tus trabajos.
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No uses palabras rebuscadas.
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No respondas con evasivas o dudas, ni con monosílabos.
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No esperes demasiado tiempo para responder, podría parecer síntoma de distracción.
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No utilices expresiones tajantes “siempre, nunca”, ni utilices latiguillos “o sea”, “este”, “bueno”…
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Muestra entusiasmo por el trabajo, pero no lo supliques.
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Nunca hables mal de las empresas en las que has trabajado.
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No te niegues a responder preguntas.
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Si te hacen preguntas del tipo: "si va de viaje con su novio ¿qué piden, una o dos habitaciones?", responde que en tu opinión ese asunto es irrelevante para deducir tu idoneidad para el puesto al que optas. Dilo con seriedad pero no con agresividad. Estas preguntas valoran tu control emocional.
La actitud
- Piensa positivamente.
- No pidas el puesto como si fuera una limosna.
- No digas que necesitas terriblemente el trabajo.
- No critiques a pasados empresarios.
El interés
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Haz preguntas, pero sin parecer prepotente.
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Si tienes dudas, pregunta sobre las posibilidades de promoción, la empresa o el puesto de trabajo.
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Los temas económicos siempre son espinosos. Pregunta si tienes dudas, pero que no parezca que es tu principal motivación.
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Expresa siempre tu agradecimiento.
Después de la entrevista
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Reflexiona sobre la entrevista realizada, sobre lo que has hecho bien y lo que no, lo que puedes mejorar en una futura entrevista. También si tenías toda la información que necesitabas saber de la empresa.
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Apunta el nombre del entrevistador y la situación actual (cómo han quedado contigo: si han dicho que llamarán, si tienes que llamar tu y cuando, si enviarán un mail).